Los habitantes del lugar son muy benévolos y hospitalarios. Tratan a los forasteros con gran curiosidad y siempre estan dispuestos a ayudar, por eso se puede atrevidamente dirigirse a los indígenas en caso de cualesquiera dificultades. Los únicos temas, que no vale la pena tocar en la conversación con los habitants de Beirut, son la política y la cultura nacional. Cualquier palabra equivocada o un gesto despreciativo respecto a los rasgos nacionales puede ofender a la gente. Durante la conversación no vale la pena hacer ningun tipo de gestos específicos, que pueden parecerles completamente normales para los europeos. Por ejemplo, no vale la pena mirar fijamente a los ojos del interlocutor o señalar con el dedo a las personas que pasan a lo lejos. Todos los que esperan traer de Beyrut unas fotografías interesantes, también tienen que tomar en consideración algunos momentos importantes. Antes de que fotografiar o filmar a los habitantes del lugar, tendreis que pedirles permiso. El retiro de algunos objetos religiosos puede ser prohibido también.
En cuanto a la ropa, aquí no existen restricciones rigurosas. La mayor parte de los habitantes de la ciudad –son los partidarios de la religión cristiana, que en la vida ordinaria usan activamente la ropa europea. Es necesario salir a los establecimientos de trabajo, los restaurantes elegantes y los teatrosde traje, y para el paseo por la ciudad se acercará un vestido más ligero. Pero tened en cuenta, que si usais un vestido demasiado abierto o brillante, os pueden prohibir la entrada al territorio de algunos establecimentos o salas de fiestas.
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