La curiosidad principal es el parque “Duisburg Nord”, fundado en los años 80. Antes aquí se situaban las fábricas de fundición de acero, los cuales hoy funcionan como objetos de excursión bastante importantes. En uno de los hornos altos han organizado un mirador, desde el cual todos pueden disfrutar del panorama de la ciudad. En el territorio del parque hay varios jardines, prados pequeños y aljibes artificiales, pero la construcción más extraordinaria es el centro de diving, construido en un recipiente de gas.
El barrio más bello es el de Puerto del río, hoy aquí se sitúan varias oficinas, centros de entretenciones y restaurantes. Unos yates maravillosos están amarrados al muelle, aquí se organizan paseos por el río y cruceros. El edificio más viejo del siglo XVI es la casa de tres frontones. Durante mucho tiempo era una propiedad municipal y luego fue pasado a los pintores jóvenes, diseñadores y modistas. Hoy dispone de muchas galerías de arte y talleres, a menudo se organizan exposiciones y otros eventos culturales. En el local del viejo almacén del puerto abrieron el museo de Historia. Los aficionados a la pintura tendrían que ir de excursión al museo de Wilhelm Lehbruck, donde hay más de 50 obras de los maestros más renombrados del mundo.
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