Los habitantes locales de Tokio hace mucho qu se acostumbraron a los turistas, ellos son muy amables y corteses. Tener vergüenza de los turistas puden sólo los ancianos y niños, pero ésto es la primera reacción durante el encuentro con las personas desconocidas. Los japoneses son muy hospitalarios. Ellos reciben a sus huéspedes de alto nivel cualquiera que sean las circunstancias. Ellos cuidan y respetan mucho sus casas, por eso a la entrada hay que quitar el calzado. Los ciudadanos de Tokio no se destacn por su buen conocimiento del ingles, lo saben sólo los empleados en hoteles y grandes centros comerciales.
Los habitantes locales guardan muchas tradiciones seculares, las cuales deben saber los turistas. No se puede pisar con el calzado pequeños mates de caña, es una señal de mala educación y sacrilegio. Antes de visitar las piscinas públicas “furo” hay que tomar ducha, que se encuentran cerca de la piscina. Los japoneses no exigen de los turistas una rigorosa observación de las tradiciones y costumbres, pero el conocimiento de etiqueta les agradará mucho.
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