El centro de la ciudad es la Plaza Burgplatz, fundad en la Edad Media. En el siglo 12, según la orden de Enrique el León la plaza fue ampliada y en ella fue instalado el monumento al duque, la figura de un león potente. Al lado de la plaza está el palacio Dankwarderode, la antigua residencia del duque, y además están la iglesia de San Blas y la casa de Fiveg. Hay que señalar que la figura del león instalada en la plaza es copia del original medieval, y el original mismo está en una de las salas del castillo. La Catedral de San Blas también fue erigida según la orden de Enrique el León, cuando el duque volvió de Palestina. La catedral alberga la tumba del gobernador y de su esposa Matilda. Este monumento también es de gran valor cultural. La Catedral alberga una reliquia muy importante a la escala mundial, en su sala está el crucifijo de madera del maestro Imervard. Miles de peregrinos vienen a la Catedral para ver el legendario crucifijo con sus propios ojos.
Uno puede acabar el examen de los lugares de interés histórico con la excursión al Viejo Ayuntamiento, un precioso edificio gótico de la época medieval. En las columnas que adornan el Ayuntamiento están representados los grandes gobernadores y sus esposas. Aquí hay retratos de los emperadores de Welfen y dinastía otoniana, reyes y duques que influyeron en la historia y desarrollo del país.
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