Estocolmo es una ciudad de belleza extraordinaria y cualquiera que ha estado aquí por lo menos una vez lo dirá. Para mucha gente el encanto y el carácter que lograron preservar los barrios de esta ciudad llegan a ser una revelación. Las oscilaciones de altura y lugares con las vistas maravillosas, el barrio de Söder que es totalmente diferente de las calles medievales de la Ciudad Vieja y de los parques, organizados en lugares de antiguas tierras de pastos del barrio Djurgarden. Cada calle tiene su cara muy particular: las calles comerciales en la periferia de Stureplan y el mercado cubierto de Ostermalam.
El museo Skansen. Skansen, el museo etnográfico más antiguo al aire libre, el que desde el año 1891 se hizo el lugar preferido de todos los habitantes de Estocolmo, desde los más pequeños hasta los más viejos. En Skansen el pasado se reanima, aquí están reunidas las casas de campesinos y terratenientes, los talleres de todos los rincones de Suecia. ¿En que otro lugar se puede ver trabajar a un herrero o un vidriero o comprar pirulís en una confitería? En el territorio del museo, la superficie del cual es de 300 mil de metros cuadrados, está situado también un zoo, en las espaciosas jaulas del cual viven los animales típicos del norte: lobos, osos, glotones, renos y, por supuesto, los alces.
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