La curiosidad más brillante arquitectónica es la catedral de Santa Anna, que era construida a principios del siglo18. El atributo principal religioso de la capilla es el altar enorme de madera, al que adorna el grabado y la pintura. Segun una de las versiones, en la creación del altar trabajaban los maestros conocidos de aquel tiempo de Joao Bautista y Fransisco Xavier. Cerca del altar esta una escultura hermosa – el crucifijo de Cristo, que era traída a la iglesia justamente después de la terminación de la construcción. El aspecto exterior de la iglesia no es menos admirable, que la decoración interior de su sala. Es asombroso, como una construcción tan frágil y fina podía perfectamente conservarse hasta el día de hoy.
Teneis que ver también el edificio antiguo de la Municipalidad, que hoy es reequipado para ser un museo Arqueológico. Entre los hallazgos arqueológicos, presentados en el museo, hay unos manuscritos antiguos, los objetos de la vida cotidiana y el instrumento del trabajo de los primeros colonos de la ciudad antigua. Durante el paseo por las callecitas de la ciudad es posible ver muchas mansiones remarcables y los monumentos hermosos, cada uno de que tiene la historia única.
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