Esta antigua ciudad de Italia sorprende con gran cantidad de rutas turísticas, programas culturales y monumentos históricos. Cada calle y plaza esconde un montón de historias entretenidas, enigmas y sorpresas. El viaje a Turín va a ser una auténtica aventura, porque cada día será interesante y único. Una de las muestras impecables del estilo de arquitectura barroco es la Basílica Superga, edificada a principios del siglo XVIII. Durante mucho tiempo servía de mausoleo para la familia real, con ella están relacionadas varias historias trágicas. No menos maravilloso es el monumento religioso de la Catedral, abierta en el año 1498. Este edificio fue construido según las mejores tradiciones de la época renacentista, aquí se conserva una de las cosas más sagradas que se honra por los cristianos – el Sudario de Turín. Hablando de construcciones antiguas hay que señalar el palacio real, edificado entre los siglos XVII-XIX. El interior de muchas habitaciones se preservó hasta hoy día, el cuarto más bello es el cuarto Chino. Una de las salas fue reequipada para museo, aquí está la colección de armas medievales.
En el Palazzo Cavur fue abierto un hotel que se considera el más remarcable y extraordinario. Es un verdadero castillo antiguo con las habitaciones equipadas según las últimas tendencias de la técnica. El símbolo de la ciudad es la Torre Mole Antonelliana de 160 metros de altura. Para los visitantes instalaron un mirador, desde el cual se tiene una vista impresionante de la ciudad y sus alrededores. En Turín funcionan varios museos, los que más merecen su atención son el Museo Egipcio, el Museo Nacional de la Reunión de Italia, el Museo Nacional del Cine, el Museo de Automóviles y el de Títeres.
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