Esta maravillosa ciudad italiana combina rasgos de muchas culturas. Es que hace unos seis siglos Trieste se encontraba bajo el dominio de Austria, le influyó mucho la Eslovenia que estaba al lado, todos estos rasgos incomparables se mezclaron con la cultura de la exquisita Italia. Mientras Ud. da una vuelta por las callejuelas, va a notar que en los letreros e indicadores hay dos tipos de inscripciones – en italiano y en esloveno.
Uno de los sitios más remarcables de aquí es el Golfo di Trieste. Se puede ver yates níveos, amarrados a la costa, pequeñas casitas con tejado rojo, unos restaurantes. Naturalmente la influencia de tres países quedó reflejada en la cocina comarcal, por esto restaurantes representan gran interés para los huéspedes. No hay tanta variedad de platos en ninguna otra ciudad de Italia.
La zona vieja cuenta con diversas tiendas, en la calle se puede ver a músicos vagabundos y payasos que divierten a los transeúntes y muestran sus números coloridos. Una de las excursiones más fascinantes es la visita de la catedral del San Yustus, construida en el siglo XIV en la época del dominio del Imperio Austríaco. La calle más pintoresca es Via della Catedrale, parece mucho un barrio típico esloveno.
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