Primeramente a la entrada de la ciudad se podía ver el fuerte de Santiago, donde en el siglo XVI estaba situada la fortaleza de bambú y delante del fuerte se ubicaba la catedral de Manila. Desde los tiempos de la guerra quedaron intactos sólo la iglesia de san Agustín y el museo. Sin embargo, la curiosidad más apreciable es la calle Real.
Intramuros es el corazón de Manila, es un muro que servía de defensa contra diversos ataques para el primer asentamiento español de aquí. Los ejemplos impecables de la arquitectura colonial son la iglesia de Santa Agustina y el fuerte restaurado. El museo de Manila conserva las obras antiguas del arte eclesiástico y los objetos de la cultura material de Filipinas. En el inmenso complejo de edificios Plaza San Luis se ubican las galerías del arte antiguo, el museo Casa Manila y diferentes cafeterías y restaurantes.
El barrio Ermita es el más popular en Manila, puesto que se sitúa cerca de la preciosa bahía de Manila y el parque de Risal.
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