La mayor parte de los edificios antiguos fue destruida durante la guerra, sin embargo el símbolo de la ciudad- la torre "Michel" de la iglesia de San Miguel, que mide 132 metros de altura casi no fue dañada.
El Canal Alsterflit divide la ciudad en Nueva y Vieja. Sobre el canal se alza el puente Trost-Brucke, que es una de las pocas construcciones que sobrevivieron en el incendio de 1842. De este puente se abre un panorama de todos los lugares de interés de la ciudad, que atraen los turistas con sus soluciones arquitectónicas singulares. Entre ellos se destacan el Ayuntamiento, la bolsa más vieja de Alemania y las ruinas de la iglesia medieval de San Nicolás, casi destruida durante el bombardeo, que son hoy en día un monumento conmemorativo antibélico. Además, en la ciudad uno puede visitar los museos, bibliotecas y teatros.
Los apasionados de ir de compras, encontrarán en Hamburgo una gran cantidad de tiendas de lujo, centros y galerías comerciales, y otros puntos comerciales.
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