Un monumento arquitectónico del siglo XVIII es el Palacio de Electores. Originalmente fue construido como residencia para arzobispos. A mediados del siglo XIX, el palacio era la residencia oficial de la casa real prusiana. Durante ocho años, el Príncipe Wilhelm vivió allí. Este hermoso palacio fue destruido casi por completo durante la Segunda Guerra Mundial. Después del final de las hostilidades, se restauró en el menor tiempo posible. En la actualidad, el palacio se ve tan hermoso como lo era en los albores de su existencia. En el edificio histórico de hoy hay varias instituciones estatales.
Otra instalación de turismo muy interesante es la casa de la madre de Beethoven. En el período comprendido entre 1746 y 1787, María Magdalena Keverich vivió en esta casa. El futuro compositor mundialmente famoso pasó su infancia aquí. En 1975, el edificio histórico abrió un museo temático dedicado a la vida y obra de Beethoven. Entre sus exposiciones se encuentran notas musicales, cartas y objetos personales del compositor, así como artículos de utensilios domésticos que adornaron la casa en el siglo XVIII.
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