En Australia, hay un maravilloso lago Hillier. A primera vista, es muy difÃcil creer en su existencia. El agua en este lago tiene un color rosa brillante que muestra un contraste sorprendente con las orillas arenosas. Este atractivo natural único está situado en la Isla Media, rodeado por el pintoresco bosque de eucaliptos. El descubridor de esta isla fue el explorador británico Matthew Flinders, quien aterrizó en la isla en 1802. Cuando trepó al punto más alto, el viajero notó un lago increÃble con el agua de rosas.
Incluso después de 200 años, el color del agua sigue siendo un misterio sin resolver. Originalmente, se pensaba que era causado por el alto contenido de sal del agua y microorganismos raros. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que estos factores no afectan de ninguna manera el color del agua. A principios del siglo XX, el lago Hillier fue el hogar de una planta a gran escala para la extracción de sal, pero el desarrollo industrial tuvo que suspenderse después de seis años, cuando el lago era considerado un objeto natural único.
En 2016, se llevaron a cabo estudios recientes a gran escala del lago. Los cientÃficos pudieron encontrar algas raras, que pueden hacer que el agua se vuelva rosa. No será muy sencillo ver uno de los lagos más increÃbles del mundo. Sólo unos pocos viajeros motivados pueden llegar allÃ. La cuestión es que la navegación acuática en el área de Australia está cerrada, por lo que solo se puede llegar al lugar secreto por aire.
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