Esta ciudad fue fundada en el siglo III según la orden del emperador romano Diocletiano. Durante un largo período se consideraba un distrito soberano, después formaba parte de Austria y luego fue anexado al territorio de Croacia. Hoy Split es un gran centro de historia y cultura, cada año recibe a miles de huéspedes y está dispuesto a demostrar sus curiosidades a lo largo de todos los doce meses del año.
El símbolo de la ciudad sigue siendo el Palacio de Diocletiano, en el territorio del cual se ubican múltiples edificios históricos. Es una construcción enorme, la longitud y espesor de la cual son respectivamente de 215 y 180 metros. Otrora estaba rodeada por un muro de piedra, hoy quedan sólo unos fragmentos. Este complejo arquitectónico está incluido en la lista de la herencia mundial de la UNESCO y se considera la curiosidad principal del país. En el territorio del palacio está abierto el museo de Split, la muestra más valiosa del cual es la colección de libros que cuentan la historia de la ciudad. Es más, en las salas del museo se conserva una colección de armas y armadura antigua. No lejos se ubica una de las curiosidades de temática religiosa más considerables - el baptisterio de San Juan. El gran interés para los viajeros representa la pila bautismal, el panel de la cual está adornado con una imagen del rey Zvonimir. Aquí mismo hay un sitio para paseos – la plaza Brase Radich, donde se puede observar las ruinas de una torre antigua, unas estatuas y un castillo veneciano. El museo arqueológico de aquí despierta mucho interés en los turistas. Sus colecciones les van a encantar no sólo a los conocedores de la historia, porque dispone de una gran variedad de exposiciones extraordinarias, la más remarcable es la de gemas. El sitio ideal para paseos a pie es el parque-vedado Marian, aquí se puede ver unos edificios antiguos y disfrutar de la naturaleza preciosa y pintoresca.
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