Además de las instituciones culturales, la ciudad tiene una magnífica zona reservada natural, que se llama Jardín de paisaje Korakuen. Fue fundado en 1700, hoy en día en el jardín uno puede ver muchas plantas exóticas, grandes estanques y canales, así como unas islas artificiales. En el corazón del complejo natural está situado el Castillo de Okayama, rodeado de boscajes de cereza y albaricoque. En el jardín hay varias casas de té, donde los visitantes pueden descansar un poco y disfrutar de la ceremonia del té. Hoy en día, el castillo es un museo que contiene colecciones de armas y armaduras, que fueron utilizados por los samuráis. También vale la pena visitar el Museo de Arte Yumedzi, que contiene una exposición de hermosos cuadros con paisajes, y el Museo de Oriente, con su rica colección de objetos antiguos. A los aficionados a la música clásica les encantará la sala de conciertos sinfónica.
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