Tampere cede en popularidad sólo a al balneario de Helsinki. Hay no menos rutas turísticas y curiosidades que en la capital. A pesar de que la ciudad es muy joven, hay una gran variedad de monumentos y lugares de interés. En la plaza central se levanta la Catedral, un edificio del año 1907. Está más parecido a un suntuoso palacio real, los conocedores del arte podrán divisar los elementos del románico sin duda alguna, es característico de la mayoría de construcciones del siglo XX. Otro edificio religioso bastante remarcable es la iglesia de Alejandro Nevsky y San Nicolás del año 1966.
Entre construcciones modernas hay que señalar la sala de conciertos llamada “el palacio de Tampere”, abierta en el año 1990, se considera una de las mejores en Escandinavia. Casi cada día se dan congresos, exposiciones, representaciones teatrales y conciertos de música de cámara.
Uno de los establecimientos más especiales del país es el museo del espionaje que está representado por un complejo de dos decenas de pequeños museos. La temática es muy diversa: hay salas dedicadas al arte, un museo de boxeo, museo – farmacia, de automóviles y de hockey. Los viajeros con niños pequeños pueden visitar el museo de títeres y trajes y reconocerán sus personajes favoritos de dibujos animados. Tampere es ideal para los que disfrutan del esplendor de la naturaleza. El sitio más popular es el parque del descanso Sarkanniemi, no lejos del cual está instalado el acuaparque Edem. Aquí mismo se ubica el delfinario, el único en Finlandia, los que quieren observar el cielo nocturno pueden visitar el planetario.
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