Los aborígenos de Barcelona son muy amables y bastante serios, son muy comunicativos y tiene un buen sentido de humor. Los ciudadanos son muy amistosos con los turistas y siempre ayudan en cuaquier situación. Muchas personas que vienen a España no están acostumbradas a la manera de comunicarse de los españoles. A veces una simple discusión de dos amigos españoles puede parecer una riña, debido al carácter impulsivo y ardiente de los aborígenos. Esta impulsión de los españoles apenas se asocia con su amabilidad y comunicabilidad.
Los españoles no se destacan por su puntualidad, es un rasgo característico de la nación que aparece en muchos chistes sobre los españoles. Los ciudadanos de Barcelona suelen a desayunar muy tarde, los cafés se llenan de gente sólo después del mediodía. Las cenas también se sirven muy tarde, por eso los restaurantes están abiertos hasta la media noche. Durante la conversación con los españoles es recomendable evitar los temas acerca la política y no preguntar nada sobre su vida privada,por que estos temas se consideran tabú en España. Tampoco hay que discutir ni criticar la corrida de toros, los ciudadanos no aguantan la critica de sus particularidades nacionales.
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