Las Antillas son bien conocidas como un centro de turismo de playa. Los huéspedes de las islas estarán encantados de encontrar cientos de hermosas playas, magníficos parques y reservas naturales, así como numerosos monumentos históricos, interesantes monumentos arquitectónicos y museos.
La mejor forma de familiarizarse con los principales monumentos de las islas es visitar la isla de Curazao, que alberga el complejo medieval más grande: Fort Amsterdam. El fuerte fue construido en 1635 y actualmente se utiliza como residencia del gobierno. En el pasado, el fuerte se utilizó como una instalación de protección, por lo que todas las instalaciones internas se convirtieron en casamatas con el fin de contrarrestar un posible ataque. El Museo de Curazao, que está abierto en uno de los edificios antiguos, se encuentra entre los destinos culturales más interesantes de la isla. El museo exhibe diferentes colecciones y muchos elementos interesantes, como fotos, muebles elegantes, mapas, herramientas de trabajo antiguas, artesanías y mucho más. También se recomienda a los turistas que presten atención a los siguientes museos: el Museo del Mar, el Museo de la Iglesia Fort Amsterdam, el Museo Cultural e Histórico Judío y el Museo Kura Hulanda.
Se recomienda a los viajeros que desean conocer la flora y la fauna local visitar la isla de Bonaire. Esta isla tiene una naturaleza bastante inusual: su parte norte está cubierta por colinas y bosques densos, mientras que la parte sur es en su mayoría empinada. Gracias a un contraste tan único, es posible ver muchas especies diferentes de animales y numerosos tipos de plantas. En particular, hay muchas aves en la isla: más de 200 especies. Los fanáticos del buceo también se enamorarán de este lugar ya que las aguas locales albergan más de 500 especies de peces, raras tortugas marinas y más de 70 tipos de algas marinas.
Continúe su exploración de las Antillas con una visita a Kralendijk, ya que esta isla tiene mucho que ofrecer a los viajeros. Magníficos parques, antiguos monumentos arquitectónicos, museos: Kralendijk es muy diverso. Una excursión a Fort Oranje, que fue construida en el siglo XVII, dejará muchos recuerdos agradables. Una parte de las salas del fuerte se transformó en museos históricos y marinos, mientras que las habitaciones restantes se convirtieron en oficinas portuarias. Hay un faro cerca del fuerte, que se ha convertido en un símbolo más de la isla. El museo de Bonaire es un gran lugar para aprender más sobre la cultura y la historia de las tribus nativas de la India.
Los fanáticos de la naturaleza salvaje no deben olvidarse de visitar la isla deshabitada de Klein Bonaire (Small Bonaire). Esta pequeña isla no tiene más que amplias playas, numerosos pájaros y junglas impenetrables. La parte de la isla es una zona de reserva y está protegida por el gobierno, y el territorio restante es libre de visitar. Finalmente, los edificios más antiguos de las Antillas se pueden encontrar en Rincón. También hay varios mercados y restaurantes interesantes en la isla.
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