Muchos viajeros que han visitado Taipei observan una actitud muy amistosa de los residentes locales. Muchos de ellos viven toda su vida con el único sueño de adquirir su propia vivienda en la dinámica metrópolis. Durante muchos años, uno de los principales problemas de la ciudad ha sido la escasez crítica de bienes raíces. La metrópolis moderna puede parecer caótica y tediosa solo a primera vista, pero es bastante fácil acostumbrarse al ritmo de su vida. Los viajeros de países lejanos comienzan a sentirse bienvenidos aquí en cuestión de días.
Una de las mejores maneras de unirse a la cultura nacional es visitar uno de los restaurantes nacionales. Se cree que la cocina clásica china se puede probar en Taipei. Una de las principales características distintivas de los restaurantes locales es la increíble velocidad de cocción. El problema es que los chefs locales utilizan los métodos de cocina más simples, que requieren una cantidad mínima de tiempo. La mayoría de las golosinas nacionales se cocinan juntas y deben estar ligeramente asadas. Sin embargo, hervir productos es extremadamente raro entre los cocineros locales.
Además de la cocina nacional, otra característica sorprendente de Taipei es su arquitectura multifacética. La ciudad ha conservado ejemplos de edificios clásicos chinos: espectaculares monumentos arquitectónicos del siglo pasado, así como increíblemente hermosos rascacielos modernos. Uno de ellos, Taipei 101 , es uno de los edificios más altos del mundo que se inauguró oficialmente en 2003. La altura del rascacielos de 101 pisos es de 509.2 metros. Alberga oficinas, así como restaurantes populares, pabellones comerciales e instalaciones de entretenimiento.
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