Kavala fue fundada aun en el siglo VI y durante largo tiempo después estaba bajo poder del Imperio Romano, en el siglo XIV fue añadida al territorio del Imperio Otomano y sólo en el siglo XX se hizo parte de Grecia. La ciudad cuenta con varias playas, cuya longitud es de 6 km en total. Los hoteles más prestigiosos y fasionables están situados cerca de la costa. El lugar preferido de los ciudadanos y visitantes es el malecón, muy bello especialmente por la tarde, cuando lo iluminan los letreros de neón y farolas.
Aquí mismo empiezan las calles principales de la ciudad que se extienden a lo lejos, a lo alto de las montañas. Paseando por las avenidas y alamedas se puede encontrar gran cantidad de tiendas, restaurantes y tabernas. Antes aquí se situaban las pescaderías, convertidas hoy día en unos restaurantes muy prestigiosos. Las cafeterías y tabernas con terrazas abiertas son muy populares entre visitantes, desde allí se ve bien la costa.
Cualquier calle le llevará a la cumbre de la montaña Simbolos, donde está la curiosidad principal de Kavala – la fortaleza bizantina. No sólo las salas medievales y torres altas representan mucho interés, sino también el parque vasto que rodea la construcción. En la Ciudad Vieja hay muchos edificios antiguos, rodeados por macizos de flores y árboles. Entre atractivos arquitectónicos sobresale Imaret, construido a principios del siglo XIX por el gobernador otomano Mohamed Ali. Una parte de Imaret fue transformada en un hotel y la otra concedida para las muestras del museo arqueológico.
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