El caráter y la cultura de los habitantes locales son bastante contradictorios. Sobre el descontento de la vida austríaco componen muchos chistes, los mismos habitantes a menudo se burlan unos de otros de su gruñido eterno. No obstante, los ciudadanos aman la vida y saben disfrutar de la vida en todas sus esferas. Los turistas, que llegan a Viena, siempre sienten esta incomparable atmósfera festiva que reina aquí.
Además de fiestas civiles, en Viena se celebran muchos festejos nacionales. De costumbre, todos estos vienen acompañados de bailes lujosos y pintados fuegos artificiales. Entre los festejos nacionales hay muchas fiestas religiosas, en las cuales los ciudadanos suelen visitar a sus amigos e intercambiarse de regalos. Los días de conmemoración de los santos suelen regalar bellas ediciones de Biblia, rosario y otros atributos religiosos, y decoración para el hogar. Los regalos tradicionales son la cochura y el chocolate, durante las fiestas en las calles de la ciudad se abren grandes ferias. Quizás, la fiesta religiosa más importante sigue siendo la Epifania católica, que se celebra el 6 de enero. El día de la República Austríaca es preferido de todos,durante el cual se organizan lujosos festejos, se celebra el 26 de octubre.
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