En cada parte de la ciudad se puede encontrar barrios viejos, pasear por aceras y callejuelas, observando unas casas y plazas extraordinarias, las cuales eran testigos de unos acontecimientos históricos tan importantes. El barrio más remarcable está situado en la parte sureña de la ciudad,aquí quedaron intactas dos mansiones excelentes: Nasif y Sharbatly. Otrora pertenecían a unos nobles comerciantes, por esto el mueblaje y el interior parecían más unas cámaras reales. Al lado de las mansiones se puede ver los centros modernos de negocios, los que no estropean para nada este conjunto arquitectónico tan precioso.
Una exposición histórica de artefactos bastante grande se expone en el museo del municipio, los aficionados a la pintura tienen que visitar el museo Abdel Raufa Hassana Halila, donde hay una colección de cuadros de los siglos XVII-XIX. Se puede ver los hallazgos inestimables de arqueólogos en el museo de Djidda, una de las salas del cual está dedicada a la colección etnográfica. La mayoría de visitantes llaman Djidda “la ciudad de monumentos y bazares”, porque aquí a cada paso encuentras a un vendedor amable que te propone dulces, fruta o algún souvenir o artículo suyo. Aquí mismo se sitúan los mercados más grandes de Arabia Saudí, en la plaza central está abierto el bazar el-Alavi. Por lo que atañe a las estatuas y monumentos, esta ciudad cuenta con unas cuatrocientas piezas.
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