Guía turístico de Messina - Lugares de interés

La historia de Messina está enredada en múltiples mitos y leyendas fascinantes, es una ciudad de cuento de hadas, hechicero y enigmático. Según una de las historias el Neptuno furioso atravesó el continente con su tridente y separó Sicilia por siempre y la hizo una ciudad solitaria. Un tiempo después el dios Saturno fue encantado por la belleza de la isla y fundó una maravillosa ciudad y la llamó Zancle. Es uno de los mitos más conocidos sobre la aparición de la ciudad, pero hay muchísimos más.

Hoy Messina es una ciudad portuaria que siempre ha tenido una importancia estratégica, por aquí están trazadas las vías comerciales y militares. Hoy se puede ver un montón de preciosos yates en el puerto, aquí se organizan unos paseos fascinantes por el mar y excursiones por los sitios más atractivos de la isla. Conviene señalar que la ciudad es bastante pequeña y a pesar de esto goza de una gran variedad de curiosidades, las cuales se tiene que visitar sin falta.

Ante todo son las catedrales, templos e iglesias antiguas que se esparcen por todo el territorio de Messina. La construcción más grandiosa es la iglesia de Santa María, construida en el siglo XII en el lugar de un antiguo templo pagano. En la parte central se sitúa la catedral Dome, cuya construcción fue finalizada en el siglo 1160, es la iglesia más antigua en la isla. El único monumento de la arquitectura gótica es la iglesia Vía Santa María Alemana que fue parcialmente destruida durante una guerra. En la plaza central se encuentra la fuente del Neptuno y la de Orión - los monumentos que ilustran las fábulas de los mitos. Derechos de autor: www.orangesmile.com

La ciudad cuenta con muchísimas entretenciones para sus huéspedes. Hay una gran variedad de mercados, unos parques fascinantes y por supuesto los auténticos restaurantes italianos – un verdadero hallazgo para los amantes de manjares finos.

  Hay muchos centros culturales y museos en la ciudad. El Museo Regional de Messina se encuentra en el edificio de la antigua hilandería. Fue fundado en 1806. Originalmente, el museo estaba ubicado en el gran edificio del Monasterio de San Jorge. En 1908, Messina sobrevivió a un terremoto severo, después de lo cual la ciudad quedó literalmente en ruinas. La construcción del monasterio fue completamente destruida. Los propietarios del museo lograron salvar solo una pequeña parte de las exhibiciones de valor incalculable. Hoy los visitantes del museo pueden pasear por las instalaciones de la antigua fábrica, en la que se presentan colecciones de artefactos históricos y obras de arte.

Un museo increíble se encuentra dentro de las paredes de la Catedral. El tesoro real también se encuentra aquí. Cuatro grandes salas se asignan para el almacenamiento de objetos preciosos. Una de las exhibiciones más valiosas es una lámpara cortada de una sola pieza de cristal de roca. Fue donado a una persona real hace más de mil años. En el tesoro, hay muchas joyerías y reliquias de oro, así como artículos únicos de utensilios de la iglesia.

En 2015, se inauguró el Museo Regional Interdisciplinario en Messina. Estaba equipado en un antiguo búnker militar que se construyó durante la Segunda Guerra Mundial. El área de este bunker es de 900 metros cuadrados. En tiempo de guerra, podría tomar hasta 800 personas a la vez. La mayor parte de las exhibiciones del museo son artefactos militares, incluidas muestras de armas antiguas y uniformes militares. El museo presenta una interesante colección de premios militares, mapas antiguos y fotografías.

Los amantes del arte estarán interesados ​​en visitar la Galería de Arte Cavour, que se abrió hace más de treinta años. Además de las pinturas únicas de maestros europeos, se presenta una colección de fotografías interesantes. Las exposiciones de artistas y fotógrafos contemporáneos a menudo se llevan a cabo en la galería. Los huéspedes de Messina pueden visitar este centro cultural de forma gratuita.

A principios del siglo XX, debido al terremoto, casi todos los monumentos arquitectónicos históricos fueron destruidos en la ciudad, pero algunos de ellos fueron restaurados. Un excelente ejemplo es el Palacio de Zanca. En 1914, comenzó su restauración que duró diez años. Ahora el magnífico palacio en estilo neogótico ocupa una enorme área de 12,000 metros cuadrados. Contiene artefactos históricos y colecciones de obras de arte.