Los ciudadanos se destacan por su conocimiento de etiqueta, ellos son muy amables y corteses. La puntualidad y aplicación, validez y exactitud, característicos para los habitantes, merecen mejores alabanzas. Los ciudadanos de Estocolmo son muy fieles socios en el trabajo y negocios, ellos son puntuales y cumplidores en todas las esferas de la vida. En los socios en negocios y interlocutores ellos aprecian ante todo el profesionalismo e instrucción.
En lo que se refiere a la educación aquí hay que subrayar grande tracción de los suecos al perfeccionamiento y desarrollo intelectual. Ellos aprenden idiomas extranjeros por sí solos, habitualmente ellos saben dos lenguas como mínimo. En la conversación los habitantes locales son bastante discretos, muy raras veces ellos expresan sus emociones. Su actitud aplicada revela en muchos asuntos de trabajo, de casa y orden público. En las calles de la ciudad siempre reina la limpieza, preciosas avenidas y parques quedan inmóviles a los turistas, llenos de admiración - son muy cuidados y ordenados. A los ciudadanos llaman a respetar el orden en las calles, además hay que prestar mucha atención a su ropa - la apariencia descuidada puede ser causa de la indignación pública.
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