Los habitantes locales sorprenden a los viajeros con su amor a la vida y su humor positivo. A pesar de su carácter alegre y divertido, ellos se destacan por su alta espiritualidad, dedican mucho tiempo a la autoeducación y guardan las tradiciones multiseculares de sus antepasados. Muchos llaman Budapest la ciudad de bailes y música, durante el año en la ciudad tiene lugar gran cantidad de fiestas y festivales nacionales.
La más preferida y respetada fiesta es el Dia de la revolución, que anualmente se celebra el 15 de marzo. Durante estos días la ciudad se hunde en la atmósfera de fiesta y alegría, así los ciudadanos de Budapest celebran este gran acontecimiento, que tuvo lugar en 1848. El amor hacia los bailes y alegria – es una particularidad más de los aborígenos. Muchos ciudadanos prefieren pasar su tiempo libre en los colegios de bailes, son tan apasionados por este arte.
Los habitantes locales son muy amables. Ellos saludan a todos, incluso a los desconocidos en el transporte público. Si los turistas se cruzan con los ciudadanos en la entrada de una tienda o visitan alguna cafetería,se recomienda saludar también al vecindario. Los ciudadanos de Budapest – son muy románticos. Los viajeros siempre notan su cariñosa actitud hacia su ciudad, que también está llena de encantamiento y muy amable con sus huéspedes.
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