A pesar de su dura suerte, la iglesia ha logrado preservar su inimitable decoración interior y su esplendor. Sus paredes guardan numerosos artefactos entre los cuales los turistas observarán las reliquias de San Demetrio, santo patrón de la ciudad. La torre blanca es otra señal notable de la ciudad conocida lejos más allá de los límites del país. Es una parte restante de la construcción fortificante que por milagro se ha conservado después de la guerra greco-turca. La construcción de la torre tuvo lugar en 1430. Durante mucho tiempo la torre fue utilizada como edificio de la prisión. Los castigos de los presos condenados a muerte también se llevaron a cabo allí. En memoria de ese tiempo la torre tiene el apodo de la Torre de Sangre o la Torre Roja.
En el 1985 se estableció el Museo de la cultura bizantina en esta maravillosa torre cuya altura es de 35m. La exposición del museo cuenta a sus visitantes sobre los acontecimientos más notables de la historia de la ciudad. Una parte de la exposición se forma con hallazgos arqueológicos. La Iglesia de Santa Sofía es la misma construcción arquitectónica interesante y notable para visitar. La iglesia fue establecida ya en el siglo VIII. La iglesia es conocida por una lujosa decoración de sus salas internas. La sala principal de la iglesia está decorada con mosaicos ingeniosos y maravillosas pinturas murales. Una parte de piezas de valor incalculable fue destruida por el incendio masivo de 1917. La parte norte de la ciudad de Tesalónica ubica la Plaza de Aristóteles cerca de la cual los turistas encontrarán varios hermosos edificios históricos y galerías de arte.
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