Los habitantes de Edimburgo son bastante amables y comunicativos, aunque a primera vista pueden parecer un poco cerrados. Es muy fácil explicarlo, el caso es que en el primer encuentro los habitantes suelen comportarse de una manera discreta según las reglas de la etiqueta. El vecindario se saluda con la frase How do you do?", y con ligero apretón de manos (hay que subrayar que ésto se refiere tanto a los hombres, como a las mujeres). A los habitantes no les gusta saludar a los desconocidos. Ellos no se negarán de ayudar a los turistas, pero hablar con un desconocido se considera mal tono. Los ciudadanos respetan mucho a las personas mayores, siempre dejan pasar en la cola en las tiendas y ceden el asiento en el metro. A estas reglas deben atenerse también los turistas, si no lo hacen la conducta puede parecer extraña y provocar perplejidad.
El vecindario de Edimburgo respeta el derecho de las personas a la vida privada, por eso no se recomienda preguntarle sobre el trabajo o relaciones familiares . Los temas más convenientes para la conversación son el deporte y el tiempo, ellos hablan con mucho gusto sobre la literatura moderna. Algunas tradiciones locales a los visitantes pueden parecer extraños. Así, cuando Usted viene a casa de cualquier ciudadano puede recibir regalos. Para no ofender a los amos, hay que aceptar los regalos con el agradecimiento.Las fiestas nacionales de Edimburgo siempre atraían a los turistas de otros países, debido a que durante el año aquí se celebran más de 10 festivales.
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