John de Courcy se conoce generalmente como el fundador de la ciudad moderna. En 1177, construyó un castillo en una de las colinas. El año de 1609 es la fundación oficial de Belfast; no fue hasta el siglo XVII cuando los colonos escoceses e ingleses aparecieron en las tierras agradecidas de la región. El antiguo castillo fue restaurado y ampliado significativamente a principios del siglo XVII, y aparecieron las primeras aldeas a su alrededor.
La tierra fértil fue la razón principal de la popularidad de Belfast entre los colonos. Esta región sigue siendo famosa por ello. Durante muchos años, la ciudad proporcionó a los países vecinos petróleo, grano, cuero y lana de primera calidad. A principios del siglo XVIII, la población de Belfast era de casi 20,000 personas. Fue el momento en que aparecieron en la ciudad los primeros bancos, oficinas de correos, lugares de cultura y entretenimiento. Modern Belfast es un lugar increíblemente atractivo desde un punto de vista histórico. Es un lugar ideal para caminar y observar numerosos monumentos históricos. A pesar de que Belfast sufrió mucho daño durante los años de la Segunda Guerra Mundial, muchos monumentos históricos y lugares de interés de diferentes épocas han sobrevivido hasta nuestros días.
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