Es la capital de Laponia y la "residencia" de Papá Noel, un famoso balneario de invierno, que anualmente atrae a los aficionados a esquí y trineos. A pesar de que la ciudad se encuentra en el Círculo Polar Ártico, a los turistas no molesta el clima riguroso. En los inviernos nieve mucho, y casi nunca soplan vientos fuertes , lo que hace el descanso más confortable.
Cada año, el complejo ofrece a sus clientes entretenimientos nuevos. Uno puede montar un trineo de ciervos, hacer un viaje a la base de esquí, o visitar uno de los palacios de hielo modernos. Es posible alquilar una moto de nieve y dar una vuelta por los lugares pintorescos y por la tarde después de un día activo relajarse en una sauna o visitar los restaurantes. Todas las noches en la ciudad tienen lugar conciertos y representaciones teatrales, por eso además de un programa deportivo intenso uno puede diversificar el descanso con eventos culturales.
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