Es una de las ciudades más grandes de Alemania, fue mencionada por primera vez en el siglo IX. En aquel entonces se llamaba Trotmani y era un centro de comercio muy conocido. En el siglo XVII Dortmund sufrió mucho durante la guerra de treinta años, no obstante, fue restaurado en poco tiempo y ocupa una posición líder en plan económico y político.
Esta ciudad con una historia tan interesante siempre ha sido atractiva para los viajeros, aquí se preservaron muchos monumentos, construcciones antiguas, y recientemente han sido elevados muchos centros de entretenimiento y complejos de hoteles confortables. La más curiosa es la ciudad vieja, donde uno puede dar una vuelta por los barrios, construidos en los siglos XVIII-XIX, ver las iglesias y catedrales de épocas anteriores y descansar en una de las plazas pintorescas, degustando manjares en algún restaurante.
La mayoría de construcciones conservadas hasta hoy día tiene valor religioso: la iglesia de San Ewald, la catedral del Pastor y la iglesia de San Pedro se consideran los edificios antiguos más bellos. Son muy populares las excursiones a la fábrica de coque “Ganza” y las minas Zollern. Hoy todos estos complejos industriales están reequipados para un museo, antes trajeron mucha fama a la ciudad y le proporcionaron altas posiciones económicas.
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